RENTAR PARA COCINAR: UN LOCAL EN LA ROMA O CONDESA CUESTA HASTA 100,000 PESOS AL MES
Fuente: El Economista · Bistronomie | Publicado: Abril 11, 2025
Abrir un restaurante se ha vuelto una hazaña. Las altas rentas en zonas de gran demanda, contratos frágiles, pagos “dobles” y la especulación inmobiliaria amenazan con desfigurar la oferta gastronómica de la capital.
En la Ciudad de México, tener un restaurante ya no se trata solamente de servir buena comida, sino de resistir un mercado inmobiliario volátil y en muchos casos hostil. “Si tu lugar empieza a tener éxito, te suben la renta”, cuenta uno de los tres restauranteros entrevistados, quienes relatan cómo sus rentas en la colonia Roma y Condesa rebasaron los 100 mil pesos mensuales, obligándolos a renegociar, mudarse e incluso pensar en cerrar.
Paradójicamente, el sector gastronómico fue el más fuerte del año en 2024 dentro del mercado comercial, de acuerdo con el informe Panorama Inmobiliario México 2025. Superó a otros giros como entretenimiento, fast fashion o wellness. Esto demuestra que los restaurantes, cafeterías, panaderías y reposterías siguen siendo los grandes motores de vida urbana y consumo. Sin embargo, ese crecimiento no se ha traducido en mejores condiciones para quienes los operan.
Según el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Ignacio Alarcón, en los últimos meses las rentas comerciales han incrementado hasta 25%, en un entorno donde lo recomendable es no dedicar más del 8% de las ventas anuales a este concepto. La inflación, que cerró en 4.21% en enero, no ha servido como tope. “Hay contratos que vencen y se renuevan con aumentos de hasta 50%. Si vendes bien, el dueño lo nota… y sube el precio”, dice otro restaurantero afectado.
50% más cara en un año
Pedro Santibáñez, asesor inmobiliario en Benito Juárez, lo advierte: “En esta alcaldía, los contratos se firman por un año y si el negocio tiene éxito, el incremento de renta puede llegar hasta 50% en la renovación”. Esta lógica, donde el éxito se castiga con aumentos, ha empujado a muchos restauranteros a zonas con menor plusvalía o, directamente, al cierre.
Uno de los entrevistados vivió ese cambio: su renta pasó de 60 mil a 90 mil pesos en menos de 12 meses. “No nos alcanzaba ni con casa llena”, dice. En otras zonas como Doctores o el corredor Reforma, la gentrificación ha multiplicado otro problema: el pago doble, donde parte de la renta se liquida en efectivo y por fuera del contrato, encareciendo aún más la operación.
La capital más cara de América Latina
Según datos de las plataformas Lamudi, Trovit y Properati, la CDMX es ya la ciudad más cara para rentar locales comerciales en América Latina. Las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Álvaro Obregón concentran los precios más altos, mientras en Tlalpan o Tláhuac aún se pueden encontrar espacios desde 6,000 pesos.
Las cifras lo confirman: las rentas han aumentado 53% en cinco años, con picos de 63% en Gustavo A. Madero y 41% en Benito Juárez, según reportes de Inmuebles24. En contraste, los salarios y las ventas no crecen al mismo ritmo. Dulce, una comerciante entrevistada, relata cómo su renta pasó de 9,000 a 14,000 pesos mientras su salario permanecía estancado. Hoy, busca local en Iztacalco o Venustiano Carranza.
El Centro Histórico tampoco escapa. Ahí, comerciantes han denunciado aumentos de hasta 10,000 pesos de un mes a otro, desplazando proyectos tradicionales y afectando el tejido culinario del primer cuadro. “Nos están sacando para meter tiendas grandes, bodegas de productos asiáticos o cadenas extranjeras. No tenemos cómo competir”,comparte una empresaria de comida tradicional.
Hoy, la Ciudad de México es reconocida por su vibrante escena gastronómica, pero también por un entorno que dificulta sostenerla. Mientras los chefs buscan ingredientes locales, técnicas ancestrales y nuevas narrativas de cocina, la renta se ha convertido en el insumo más caro y menos controlable.
FUENTE: El Economista · Bistronomie.